La visita de Natalie Pérez al programa Otro día perdido, conducido por Mario Pergolini en eltrece, dejó al icónico conductor completamente sorprendido. Sin buscarlo, la actriz y cantante terminó revelando la identidad de su nuevo novio, lo que provocó una reacción en vivo de asombro total por parte de Pergolini.
Todo comenzó cuando el conductor le preguntó qué le gustaba hacer en su tiempo libre. Natalie, entre risas y sin entrar en demasiados detalles, respondió:
“Comunicaciones, veo películas, como helado, paseo, juego con mis amigas, invito a mis amigas, cocino. Y (estoy) con La Sombra”, dijo, haciendo referencia al apodo que el propio Pergolini le había puesto al misterioso hombre con quien se la vio en redes sociales, tomada de la mano.
Pero la verdadera sorpresa llegó cuando Natalie mencionó que para ir al programa la vistió su suegra, ‘La Flaca Escopeta’, y ese fue el dato clave que hizo que Pergolini cayera en la cuenta de quién es su pareja: Tomás Rottemberg, hijo del reconocido productor teatral Carlos Rottemberg y la actriz Linda Peretz.
“Ah, pará, pero yo me estoy enterando ahora de eso. No, estoy sorprendido, acabo de caer”, exclamó el conductor, visiblemente impactado.
Natalie Pérez y su deseo de formar una familia
Más allá del presente romántico, Natalie viene hablando abiertamente sobre su deseo de formar una familia. En una entrevista con Agarrate Catalina (La Once Diez), en 2020, contó que había decidido congelar óvulos como medida preventiva:
“Quiero tener hijos de forma natural, pero no se sabe nunca. Es más preventivo que otra cosa”, explicó.
También relató que, aunque el procedimiento suele ser seguro, en su caso enfrentó complicaciones médicas:
“Tuve una hemorragia interna, me dolió mucho, y me tuve que quedar unos días internada. Pero lo que me pasó no es lo más común”, aclaró, buscando llevar tranquilidad a otras mujeres que evalúan realizar el tratamiento.
Con su carrera artística en pleno auge y su vida sentimental dando un nuevo giro, Natalie Pérez atraviesa un presente intenso tanto en lo profesional como en lo personal —y ahora, con la bendición implícita de Pergolini.
