Los principales bancos de inversión de Estados Unidos, Wells Fargo y Morgan Stanley, difundieron sus proyecciones sobre el futuro del dólar y la política cambiaria argentina después de las elecciones legislativas del 26 de octubre. Ambos informes coinciden en que el respaldo del Tesoro norteamericano podría brindar estabilidad momentánea, pero advierten que el esquema de bandas cambiarias enfrenta límites estructurales y que, cualquiera sea el resultado electoral, se avecina una etapa de ajuste y redefinición económica.
Wells Fargo: “El respaldo de Estados Unidos no es sostenible”
En su último reporte, Wells Fargo señaló que espera una mayor depreciación del peso respecto de sus estimaciones previas. Según el análisis, el apoyo del Tesoro norteamericano —que ya inyectó entre USD 400 y 500 millones a través de Citi y JP Morgan— podría ofrecer “unos días de estabilidad”, pero no representa una política cambiaria viable en el mediano plazo.
“El acceso al swap estará disponible, aunque defender una moneda sobrevaluada después de las elecciones parece una política inadecuada”, sostuvo el informe.
El banco estima que el peso argentino será la moneda con mayor depreciación del mundo hacia fines de 2026, con una caída proyectada del 29,2%.
Morgan Stanley: tres escenarios posibles
El gigante financiero trazó tres posibles panoramas según los resultados del domingo, destacando que el principal desafío será reconstruir reservas y que el Gobierno necesitará alianzas legislativas para avanzar con reformas estructurales.
1️⃣ Escenario favorable (LLA entre 35% y 40%)
Si La Libertad Avanza supera a Fuerza Patria, el Gobierno podría avanzar hacia un régimen de libre flotación con apoyo del Tesoro estadounidense.
Morgan Stanley prevé un dólar oficial en torno a los $1.700, una cuenta corriente equilibrada y un proceso ordenado de acumulación de reservas. En este contexto, Argentina recuperaría acceso a los mercados internacionales hacia mediados de 2026.
2️⃣ Escenario intermedio (LLA entre 30% y 35%)
Una victoria ajustada de Fuerza Patria generaría mayor incertidumbre política y una presión adicional sobre el tipo de cambio.
El dólar podría ubicarse entre $1.800 y $2.000, con una economía que crecería lentamente y una inflación que descendería a un dígito más lentamente.
3️⃣ Escenario adverso (LLA entre 25% y 30%)
En caso de una derrota amplia del oficialismo, Morgan Stanley proyecta un ajuste desordenado, con un dólar que superaría los $2.000. Las reformas quedarían paralizadas y la economía entraría en una fase recesiva, con inflación y tasas de interés altas y una inversión extranjera concentrada solo en energía y minería.
Ambos informes coinciden en que la elección legislativa será determinante para el futuro del programa económico. El grado de respaldo político que obtenga el Gobierno marcará la profundidad del ajuste, la velocidad del cambio en el tipo de cambio y el alcance de las reformas que buscan consolidar la estabilidad.
