Al llegar al domicilio de calle Seitor al 300 las 03:15 horas, el personal policial se entrevistó con la madre. Ella alertó a las autoridades sobre el grave estado de su hija, Luna de un año, quien estaba sufriendo convulsiones.
Ante la gravedad de la situación y con la urgencia del caso, los agentes no dudaron y procedieron a realizar las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) sobre la pequeña Luna. Gracias a esta acción inmediata y efectiva, lograron estabilizar a la menor justo a tiempo.
Tras estabilizar a la niña, el personal policial procedió al traslado inmediato de Luna, junto a su madre y su padre, hacia el Hospital Pediátrico.
A las 03:45 horas, la menor fue atendida por una pediatra, quien diagnosticó el cuadro como convulsión febril, quedando la niña en observación.
La rápida respuesta y la aplicación de técnicas de RCP por parte de los agentes de la División Patrulla Preventiva fueron determinantes para salvar la vida de la pequeña Luna, un acto de servicio que resalta la labor esencial de la fuerza más allá de sus funciones habituales.
