El cuarteto cordobés dio un paso histórico: este martes, en la 20ª sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO realizada en Nueva Delhi, fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El fallo consagra internacionalmente a un género que lleva 80 años marcando la identidad cultural de Córdoba y que hoy es símbolo de celebración y pertenencia para millones de argentinos.
La candidatura, impulsada en 2022 por la Municipalidad de Córdoba y continuada por la actual gestión local, contó con el respaldo de la Cancillería y el Ministerio de Cultura. El expediente “Cuarteto, Música, Letra y Danza en la Ciudad de Córdoba” reunió testimonios, análisis y documentación que dan cuenta del rol social, musical y afectivo que tiene este ritmo en la vida de la comunidad.
Nacido en 1943, el cuarteto combinó instrumentos criollos y europeos y tuvo en Leonor Marzano una figura clave para definir su sonido distintivo. Con el paso de las décadas, el género se transformó: incorporó influencias caribeñas, vientos y nuevas improntas que acompañaron a cada generación. La fuerza de sus bailes, su mística barrial y su vínculo con las emociones cotidianas consolidaron su identidad popular.
En su evolución también brillaron figuras como La Mona Jiménez y Rodrigo, que llevaron el tunga-tunga a los grandes escenarios y lo convirtieron en un fenómeno nacional.
La UNESCO destacó que el cuarteto es una manifestación viva, en constante recreación, que se transmite por tradición, práctica social y memoria colectiva. Su valor excede lo musical: es danza, ritual comunitario e identidad cordobesa.
Con este reconocimiento, el cuarteto se suma al selecto grupo de expresiones culturales argentinas protegidas en el plano internacional, y confirma que su ritmo, nacido en los barrios y dueño de un sonido inconfundible, es ahora patrimonio del mundo.
