Milei ensaya un giro político: se acerca al Congreso y busca ordenar la interna libertaria

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El Presidente dejó atrás el distanciamiento con el Parlamento y habilitó una tregua entre los distintos bloques de La Libertad Avanza. La escena de la jura expuso un reacomodamiento interno y un nuevo esquema de poder para la etapa legislativa que se abre.

Javier Milei decidió enviar una señal política que hasta hace poco parecía improbable: se mostró durante casi cuatro horas en el recinto de la Cámara de Diputados mientras juraban los nuevos legisladores. La presencia del Presidente, que había comenzado su gestión con un marcado desdén hacia el Congreso, refleja un cambio de estrategia ligado a la gobernabilidad y a la necesidad de fortalecer su propio armado parlamentario de cara a un diciembre cargado de definiciones.

Quienes estuvieron en contacto con él lo describieron activo, atento a la dinámica del recinto e incluso entusiasmado con la tensión entre bancas. Esa postal contrasta con su postura inicial, marcada por el rechazo explícito a “la casta”, y se convierte en una señal hacia los gobernadores y a los bloques aliados: el oficialismo está dispuesto a invertir energía en la negociación legislativa, un recurso que había evitado durante los primeros meses de mandato.

El despliegue también permitió mostrar el nuevo entramado interno del poder libertario. Karina Milei se ubicó en el centro de la escena, convertida en la principal articuladora política del espacio, mientras Santiago Caputo recuperó protagonismo después de semanas de tensiones. La irrupción de Lilia Lemoine como figura de alto impacto en el recinto terminó de marcar el tono combativo que el oficialismo quiso exhibir en la sesión preparatoria.

Dentro del Congreso, el movimiento más contundente lo ejecutó Martín Menem. Con el impulso de la primera minoría que alcanzó La Libertad Avanza, el titular de Diputados rompió acuerdos previos y se aseguró facultades clave en la distribución de comisiones, un punto que generó malestar en los bloques opositores. El oficialismo, con 95 diputados propios y el apoyo de bancadas afines, logró construir un quórum dinámico que le permitirá avanzar con su agenda legislativa, entre ellas la reforma laboral, el nuevo Código Penal y la discusión del Presupuesto 2026.

En paralelo, Milei autorizó una tregua interna entre el sector alineado a Karina Milei y el núcleo más duro de las Fuerzas del Cielo. La permanencia de Agustín Romo al frente del bloque libertario en la Legislatura bonaerense y los últimos movimientos en áreas sensibles del Ejecutivo reflejan ese intento de equilibrio. Sin embargo, persisten tensiones en torno al rol de dirigentes como Sebastián Pareja y la influencia creciente de Caputo en las decisiones estratégicas.

El capítulo bonaerense también dejó señales. La reciente aprobación del paquete fiscal impulsado por Axel Kicillof reveló que la oposición provincial mantiene márgenes de negociación propios, no siempre alineados con la dinámica nacional. Ese gesto expuso las diferencias internas en el PRO y en La Libertad Avanza, y anticipa un escenario legislativo complejo de cara al próximo año.

Mientras tanto, el Gobierno trabaja contrarreloj para ultimar los proyectos que enviará a sesiones extraordinarias. El nuevo Código Penal —que endurece penas y amplía figuras delictivas— es impulsado directamente por Patricia Bullrich, quien busca instalarlo como bandera política. La reforma laboral, en cambio, lleva la impronta de Federico Sturzenegger y del equipo económico, con la creación del Fondo de Asistencia Laboral como uno de los puntos de mayor discusión interna y externa.

El acercamiento de Milei al Congreso es, en ese marco, una jugada necesaria para sostener un paquete legislativo que redefinirá buena parte de su programa político. Su presencia en la jura, más que un gesto simbólico, fue el anuncio del nuevo tablero: un Presidente que acepta que la gobernabilidad no se construye solo desde la Casa Rosada y un oficialismo que empieza a entender que su propio éxito depende también de la moderación de sus batallas internas.