La vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, ha decidido otorgar un bono extraordinario de 500.000 pesos a los trabajadores de la Cámara Alta, reavivando las tensiones con la Casa Rosada y el gobierno de Javier Milei. La medida, que no alcanza a los senadores, se enmarca en un contexto de restricción salarial impulsado por el Ejecutivo nacional, que ha enfrentado críticas por sus políticas de ajuste en el sector público.
La decisión de Villarruel y sus implicancias
El decreto 604/25, firmado por Villarruel, establece que el bono será destinado a los trabajadores de planta permanente con más de seis meses de antigüedad y que no se encuentren en licencia sin goce de haberes. Según los considerandos del decreto, la medida busca «promover la mejora continua de las condiciones laborales» y «fortalecer el funcionamiento institucional del Senado», reconociendo la importancia del bienestar de los empleados para la calidad, eficiencia y continuidad del servicio público parlamentario.
El contraste con la política salarial del Ejecutivo
La decisión de Villarruel de otorgar este bono llega en medio de una creciente diferencia con el gobierno nacional. Mientras que la Casa Rosada ha implementado políticas salariales restrictivas, como los recortes y congelamientos en los sueldos de los empleados públicos, Villarruel ha optado por reconocer a los trabajadores del Senado con una asignación extraordinaria. Esto ha provocado nuevamente fricciones entre el Senado y la Casa Rosada, que ya viene experimentando disputas internas sobre el manejo de los salarios en el sector público.
Desde la Casa Rosada se ha criticado esta decisión, pues el gobierno de Javier Milei ha mantenido una política de paritarias salariales por debajo de la inflación, lo que ha generado descontento en diversos sectores estatales, incluyendo a los trabajadores del Congreso, que se han visto afectados por el estancamiento salarial.
El debate sobre los salarios públicos
En los últimos días, se ha intensificado el debate sobre la disparidad de salarios entre los empleados del Senado y los de la Cámara de Diputados. Desde el bloque de Unión por la Patria, se había reclamado la actualización de los salarios de los trabajadores de Diputados, quienes según su presidente Germán Martínez, llevan años de salarios desactualizados y que incluso han perdido frente a la inflación.
Villarruel, por su parte, ha señalado que este bono se otorga «en circunstancias excepcionales» y «para atender las necesidades estacionales del personal legislativo», sin modificar el régimen salarial básico. La medida, sin embargo, ha generado una nueva fricción entre la vicepresidencia del Senado y la Casa Rosada, que considera que tales incrementos salariales van en contra de su política fiscal de austeridad.
¿Un nuevo conflicto entre el Senado y la Casa Rosada?
El bono otorgado por Victoria Villarruel podría agravar aún más la grieta política entre el Senado y la Casa Rosada. Mientras que el Ejecutivo nacional continúa con sus políticas de ajuste económico, el Senado de la Nación ha tomado una postura más flexible, priorizando el bienestar de los trabajadores del Congreso.
Este gesto de Villarruel también podría ser interpretado como un desmarque del gobierno nacional, pues la vicepresidenta de la Nación sigue tomando decisiones dentro del Senado sin alinearse completamente con las políticas salariales del presidente Javier Milei.
A medida que se aproxima el final del año, es probable que este conflicto siga sumando tensiones internas en la política argentina, con repercusiones sobre las decisiones salariales y las relaciones de poder dentro del Estado. El bono de Villarruel a los empleados del Senado se perfila como un nuevo capítulo en la pugna por los recursos y la gestión pública en el país.