La crisis generada por el coronavirus y las consecuencias de la cuarentena obligatoria se evidencian en las largas filas que hay en estos momentos en distintas sucursales bancarias de la provincia.
Como pasó hace algunos días atrás, los bancos volvieron a llenarse de gente debido a la apertura para atención presencial restringida.
Las entidades solo atienden a jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales; pero igualmente la aglomeración de personas fue inevitable.
Todo se da en el marco de crisis social y económica que provoca el coronavirus, y que demuestra una incapacidad por parte de los gobiernos para contener y asistir a las personas sin ponerlas bajo riesgo de contagio.
